LEALTAD
“Esperar cuando no había esperanza”
Rom. 4-18
Has esperado tanto
con tu amor de siempre
-desde que creías en el milagro
de las rocas heridas-
cuando aprendiste
a llorar a escondidas
lo que nadie podía comprender
-o casi nadie-
porque la esperanza es algo
que no puede ensenarse
como el catecismo del odio
o la angustia de la espera.
Sólo tú
con este amor de siempre
has estado al final de camino
con los brazos abiertos
en una cruz de ternura
como la que llevas en el pecho
por tu abnegación
como esa que guardas en tu alma
hasta mi regreso
que has esperado tanto.
22 de abril de 1979
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