viernes, 17 de abril de 2009


EL ALMA DE UN POETA


La dimensión infinita del HOMBRE como SER, limitado por la alambrada.

jueves, 16 de abril de 2009


PRESENTIMIENTOS

I

Ahora no tengo noches

todo mi tiempo es día

un día artificial

de luces encendidas.

Presiento que allá afuera

hay un rumor de estrellas

y nubes

y una luna

que navega entre ellas

pero solo presiento.

II

Está lloviendo a ciegas

desde el anochecer

y aunque un poco lejano

escucho el tintineo

que repite el encanto

-o mejor digo el canto-

de caer y caer

III

Rompieron los disparos

la quieta madrugada

despierta una sirena

y los perros le ladran.

A lo lejos se escuchan

las voces de los guardias.

Una ráfaga larga

y de nuevo el silencio.

Presiento que hay un muerto

al pie de la alambrada

pero solo presiento


IV

Sé que un ciclón se acerca

-aunque no me lo digan-

estamos en octubre

y afuera sopla el viento

cada vez con más fuerza

se escucha en otros pisos

clavando las ventanas

pero donde yo estoy

no podrá entrar el viento

mis ventanas están

todo el año clavadas.

V

Es primavera ya

pero no en este cuarto

el cielo estará azul

y bordado de pájaros

el aire soplara

con frescura su aliento

presiento florecidos

y muy verdes los campos

pero solo presiento.



Una tarjeta de Navidad. El original es en tercera dimensión.


Tarjeta navideña

NO HAN PODIDO


No han podido quitarme

todavía

en este encierro

el canto de la lluvia

pero quizás lo hagan mañana

por eso quiero ahora disfrutarlo

escuchar las gotas

más allá de mis ojos

y los espesos muros

golpear con insistencia

las ventanas tapiadas.

Y de pronto me llega

no sé por qué ranura

no sé por qué intersticio

ese olor agradable

de la tierra mojada

y la aspiro muy hondo

para llenarme bien

porque quizás también

lo prohíban mañana.


Esta rosa representa las presas políticas. Rosas tras las alambradas.

CANCION DE SEPTIEMBRE


A mi esposa, presente siempre


Para cantarte

mis palabras tienen hoy

un eco triste

el más profundo quizás

de mis montañas

dulce

lejano

repetido

dilatado por fechas oxidadas.

Por las viejas rejas amorosas

-de nuestra misma cárcel-

se abre la concha gris de un alborada

idéntica es la lluvia ahora repetida

de aquel mismo cielo que empezaba.

En cada instante de mí a veces aire

o en las costillas rotas

de aquellas alambradas

tu recuerdo se agiganta entre mis manos

quebrando los candados

que cierran la mañana.

Para cantarle a tu silencio

se hacen de ternura

mis letras torturadas

para cantarle a tu presencia

hoy soy más que nunca un hombre libre

y nazco con septiembre a la esperanza.


5 de septiembre de 1981


MI ALMA


Si en sitio existiera

constante primavera

brillantes mariposas

un torrente de amor

y un parque de alegría

ese lugar seria

al alma de un porta.

LA MEJOR TINTA


René Díaz Almeida,

poeta y hermano de lucha

Me lo han quitado todo

la plumas

los lápices

la tinta

porque ellos no quieren

que yo escriba

y me han hundido

en esta celda de castigo

pero ni así ahogarán mi rebeldía.

Me lo han quitado todo

-bueno, casi todo-

porque me queda la sonrisa

el orgullo de sentirme un hombre libre

y en el alma un jardín

de eterna florecitas.

Me lo han quitado todo

la plumas

los lápices

pero me queda la tinta de la vida

-mi propia sangre-

y con ella escribo versos todavía.


Original escrito con mi sangre y una astillita de madera en abril de 1981 en las celdas

de castigo de la Cárcel Combinado del Este, en La Habana.

YO TENGO MAS


No importa que tú tengas

fusil y bayoneta

soviéticos o checos

no importa que tú tengas

no importa que tus manos

apunten los cañones

o cierran los candados

de pueblos y prisiones.

No importa que tú tengas

fusil y bayoneta

yo tengo aquí en mi celda

oscura y con barrotes

dentro de mí una fuerza

que tú nunca tendrás.

No importa que tú tengas

las llaves de mi cuerpo

si yo tengo en mi alma

AMOR Y LIBERTAD.

¿LIBRE…?


A los que en Cuba llevan un camiseta con el

slogan de: “SOY UN HOMBRE LIBRE”


Tu dices que eres libre

-yo no se si lo crees

pero al menos lo dices-

Libertad no es espacio

para dar unos pasos

ni siquiera la cama

para acostarse dos.

Tu dices que eres libre

y no tienes palabras

porque solo repites

-con la boca cerrada-

aquellas que te dan.

Libertad no es un pan

-a veces en la mesa-

ni un poco de cerveza

o algo para fumar.

Libertad es hacer esto:

escribir lo que piensas

gritar lo que aborreces

aunque pagues con años

de tortura las letras

aunque mueras de rejas

en esta soledad.


PARENTESIS


A Yolanda, con pena


En aquel minúsculo cuarto de hospital

me aprendí de memoria

la hondura de tus ojos

frustrados por todas las angustias

cansados por ese síntoma de vocación “voluntaria”

que te imponían las consignas

y la lucha de clases.

Te confiaron mi cuidado y vigilancia

porque eras comunista.

Las alas blancas de cofia breve

con tu belleza esplendía llenaban mi habitación

cada mañana

cada tarde.

Y allí mis palabras repicaron como campanas

quebrando la mentira en tu silencio

y empecé a enseñarte que la Libertad

no estaba en los cabellos rubios de tu hijo

ni la cárcel

en las llaves de mis candados

en la escolta que crucificaba mi puerta

o en los clavos que tapiaban mi ventana.

Y sin decírtelo

te hice comprender tus limitaciones

y que sintieras tus alambradas

y las bayonetas sutiles que también te rodeaban

te di un paréntesis de luz

y unas manos ya viejas de esperar despedidas

te preste mis ojos

para que vieras los límites de tu jaula

y los horizontes infinitos de tu alma

-que tú ignorabas-.

Pero un día ellos descubrieron que ya no me odiabas

y te acosaron

y conociste el torbellino de la represión

y las amenazas y el miedo enloquecedor

te prohibieron mi amistad

-porque ellos pueden elegirte los amigos.-

Te perdieron de mis ojos

y nunca más he sabido de tu nombre.

Pero sé que desde entonces

LIBERTAD tiene para ti

Un extraño e imposible significado.


Hospital Ortopédico de la Habana
Octubre de 1979


Cristo en una cruz de alambres de púas.

A ESTEBITA


Hace tiempo

que me resuena en la memoria

la muerte de Estebita*

han pasado cientos de eslabones desde entonces

pero su recuerdo nunca duerme

y de cualquier desconocido cementerio

se levanta del polvo atardecido

como un grito de luz

de vida y de muerte.

Tras la tapia ciega de su reja

noche por noche

infatigablemente nos contaba

un viejo filme del oeste

una novela misteriosa

o una historia de amor improvisada.

Durante varias horas

nos hacia olvidar

el dolor de los golpes

la angustia

el hambre insatisfecha.

Pero su figura menuda y enfermiza

no pudo resistir los experimentos

y una tarde para no amanecer

se durmió su voz en el silencio.

Lo mataron de hambre y desnutrición.

Cuando los familiares para sepultarle

reclamaron el cuerpo

las autoridades les dijeron

que ese preso

no había cumplido su condena

y el cadáver por lo tanto

era de ellos.

Y no se supo nunca

Donde enterraron a Estebita.

Por eso

su recuerdo se levanta

de cualquier desconocido cementerio

del polvo de nuestros caminos

de estos dolorosos

caminos de preso.



* Esteban Ramos Kessel apareció muerto en una celda de castigo el día 4 de febrero de 1972, en la Prisión de Boniato. Victima de experimentos biológicos, consistentes en provocar enfermedades carenciales, con una bajísima en calorías y ausencia de proteínas y vitaminas.

ELEGIA PARA UN SOLDADO CUBANO MUERTO EN ANGOLA

Hubiera podido decir que no

pero te faltaba libertad para hacerlo

pensaste en la cárcel

en la vertical angustia de las rejas

o en el estigma de traidor

te habrían acusado de debilidad ideológica

quizás hasta de contrarrevolucionario…

y dejaste que el vacio de tu estomago

trepara a la garganta

y te cortara el aliento y las palabras

no comprendías por que te obligaban a pelear en África

en una tierra ajena

-que los africanos resuelvan sus problemas

o que manden a los rusos- pensaste

y te asalto el terror de que alguien

pudiera adivinar tus pensamientos



Tus ojos se llenaron

de flores diminutas

el verde de la jungla

repitió la esperanza.



Tu esposa no quería que fueras a la guerra

tu hija, que apenas balbuceaba

sus primeros pasitos,

con su carita tierna se abrazaba a tu cuello

sin comprender el llanto de presagio y de miedo

y ahora estas allí,

sembrando el odio de las bayonetas soviéticas

acosado por las plagas, la sangre

y las balas sin sueño

con los pies reventados de hongos,

rodeado de aquella gente extraña

y de rugidos en la noche misteriosa.


La mina que pisaste

palpito suavemente

y grito en mil fragmentos

su canto de metralla.



Un volcán de humo y fuego

se abrió bajo tus plantas

luciérnagas de hierro volaron a tu cuerpo

las bolsas rasgadas donde estaban los testículos

-antes de la explosión-

se perdieron bajo los intestinos

que escaparon por la jaula abierta de tu vientre

como serpiente azulosas y palpitantes.

Tu sangre caliente se la bebe la tierra

un coro de ojos te acribilla en silencio

en la última noche de toda tu esperanza

los rostros

más negros que tu negra noche

son tus compañeros de patrulla


-soldados del odio-

esclavos como tú y con atávicos ritos.



Los brujos de la tribu

les dieron su canción

y te abrieron el pecho

buscando el corazón.



En el fondo de un grito

te hundiste lentamente

por las sombras sin llanto del bárbaro ritual

y no supieron nunca

los que te conocieron

que encontraste en la jungla, al fin, la Libertad.

domingo, 12 de abril de 2009

DON THOMAS


A Don Tomas de Aquino, que murió de

frio el invierno de 1962 en la prisión de

Isla de Pinos.


Don Tomas de Aquino

era un negro viejo

del cual nadie supo

su edad ni sus sueños.

En un remendado

camastro de sacos

vivía en su celda

solo y olvidado.

Como amargo fruto

de tantos años

y de sufrimientos

tenía el carácter

rebelde y huraño.

Hubo una requisa

aquella mañana

que no dejo un toldo

en ninguna ventana.

Era un mes de invierno

ráfagas heladas

hacían temblar

lamiendo los huesos.

Y así fue en el día

y en la madrugada

con glacial aliento

el viento

soplaba… soplaba…

Cuando lo llamaron

a pasar recuento

el cuerpo grisáceo

herido de frio

se encontraba muerto.

Don Tomas de Aquino

era un negro viejo

del que nadie supo

su edad ni sus sueños

CANCION PARA CLODOMIRO*


Su tierra era mi tierra

la de hermosos pinares

la de ríos tranquilos

la de extensas sabanas

la más occidental

de las provincias

de la isla del tabaco

y de la caña.

Y se hizo de gloria y alegría

el día aquel

en que Clodomiro

decidió regresar a la montaña.

Sin tiempo apenas

para sacudirse

el cansancio de su anterior campaña

empuño el fusil libertador

se echó la mochila

nuevamente a las espaldas

y se marcho a conquistar

para los otros

una Patria sin rejas ni alambradas.

Su tierra era mi tierra

la de los verdes tomeguines

que tejen con sus trinos

la mañana

la de las pocetas cristalinas

por frondosas pomarrosas escoltadas.

Y allá esta Clodomiro

como faro y ejemplo en la montaña

y allá van los comunistas a buscarlo.

Huyen los tomeguines asustados

rompe el cristal de agua

la metralla

y comienza el acoso

a tiro limpio

y en desigual combate

Clodomiro es mordido por las balas.

Y así pasan los días…

las heridas

tratadas al principio

hace semanas que no son curadas

porque Clodomiro está en la capilla ardiente

en la tétrica prisión de la Cabaña.

No puede pararse

en la celda no hay cama

en el suelo duerme

en el suelo come

y es por el suelo sucio

que se arrastra.

En las carnes abiertas

podridas e infestadas

pululan hambrientos los gusanos

ansiosos por roerle las entrañas.

En una parihuela lo bajan a la muerte

y contaron los guardias

que lo fusilaron en el suelo

y que gritaba ¡Abajo el comunismo!

y así dejo las paginas breves de la vida

para ingresar en las inmortales de la Patria.

Su tierra era mi tierra

su sangre y mi sangre eran hermanas

y ya es Historia el día aquel

en que Clodomiro

empuño el fusil libertador

se echó de nuevo la mochila a las espaldas

y se marcho a conquistar

para los otros

una Cuba sin rejas ni alambradas.




* Clodomiro Miranda lucho con Fidel Castro. Fue jefe de las guerrillas en la zona montañosa de occidente, donde nació y se crio el autor. Campesino humilde, Clodomiro no quería otra dictadura para su Patria y volvió a las montañas a luchar contra la de Castro.


LA ÚLTIMA CAMPANADA


Tocarán a tu puerta

los mendigos de Ernesto

más grises que nunca antes

en sus harapos relucientes

los verás frente de ti

con las manos tendidas

pero no con las palmas abiertas

en actitud de limosna

sino con el índice

encorvado y huesudo

s e ñ a l á n d o t e.

Desde el fondo de las cuencas vacías

te mirará el pasado

y el horror sellará tus labios

las palabras huirán espantadas

de tu boca.

El viejo y oxidado reloj

de la estación



tocará una campanada

una sola

para ti la ultima.



No sé por que le temen

al grito de mis versos

son humildes estrofas

escritas por un preso.


BAYONETAS INUTILES


Ellos pueden romper

la simetría de mi cuerpo en mil pedazos

y esparcirlos

por todos los rumbos de la estera

pueden cerrarme el sol

el aire y las estrellas

como lo están haciendo

para eso son los dueños

de existencias y haciendas

señores de hoz y martillo

y con este

pueden machacarme los huesos

hasta el tuétano

y con la hoz

segar la sufrida y madura

espiga de mi vida

mucho más si quisieran

pueden hacerlo

T O D O

menos aniquilar lo por mi escrito

las bayonetas no sirven

para matar versos.


ELEGIA PARA LOS NIÑOS VIETNAMITAS

Ya no son los obuses

de los cañones franceses

ni las bombas de los becincuentaidos

quienes te sacaron de tu hogar

y volvieron a sembrar

de lágrimas y horror

los sufridos rostros de tus padres.

Ahora fueron los fusiles comunistas

empuñados por otros vietnamitas

los que rompieron la mañana

en tu humilde choza.

Luego aquel vértigo y las ordenes

incomprensibles para ti.

Los empujaron con gritos y amenazas

tu hermanita lloraba

apretando su linda muñequita

a tu mama le arrancaron del dedo

el único recuerdo de la abuela.

No los dejaron llevarse nada

ni ropas para el viaje

ni siquiera las nuevas sandalias

de tu padre descalzo.

Los subieron a un camión cerrado

donde había otras familias

y muchos niños

que lloraban como tu hermanita

tú no comprendías…

y del camión

entre empujones y gritos los subieron

a las viejas embarcaciones

en una noche negra

bajo un cielo sin luciérnagas.

Y nunca más volviste

a ver el sol con florecitas

ni las brillantes mariposas

pesaban demasiado la angustia

y el sufrimiento

para aquellas tablas viejas y podridas

y desde aquí

las rejas que aprisionan

mi cuerpo

y limitan mi espacio

se estremecieron de lágrimas

y dolor de distancias

cuando por tu boquita

que buscaba bocanadas de aire-vida

entro sedienta

a borbotones

el agua negra

y reventó tus pulmoncitos

con salitre y arena

y te hinchaste como un globo

y se abrieron por siempre

desmesurados

tus ojitos de almendras ciegas

asombrados…

y te fuiste hundiendo

lentamente

como una roca blanda

y no pudiste ver

las conchas de colores

ni los peces como lunas

o fantásticos corales

ni a tu hermanita

que muy cerca de ti

con la linda muñequita

todavía apretada contra el pecho

en un silencio rojo y espumeante

era despedazada por los tiburones

y nunca llegaste a saber

que este es el “Año Internacional del Niño”

¡Ah…! si tu lo hubieras sabido…


Julio de 1979

Año Internacional del Niño




Manos tendidas al mundo buscando solidaridad, apoyo.

SI LLOVIERA AHORA…


Si lloviera ahora

en tu silencio

con esta trémula

nostalgia

tu ventana

no tendría

-como la mía-

la vertical tristeza

de las rejas.


ASOMBRO


Este ver llover sobre los tejados

es un tema tan viejo

pero para mi

que he vivido casi veinte años

huérfano de lluvia

es todo un acontecimiento

y mis ojos asombrados

se llenan de la dulce humedad

de esta lluvia de abril

que canta alegre

sobre los viejos tejados.


Junio de 1979


El prisionero aferrado a las rejas. La esperanza retoñando en su corazón



sábado, 11 de abril de 2009

HERIDAS


I


Me amaneció una reja

en las pupilas

y un canto de montañas

en el alma

una ilusión colgando

en la sonrisa

y un esperar por nada

en la mirada.



II


El color y la luz

y el cansancio

de una lágrima…

todo

en la medida

exacta de una reja.



III


Tus ojos luminosos

como dos círculos

de fuego negro

en el glacial vacio

de la ausencia.



IV


Que sencillo es todo

para quien puede elegir

la ruta de sus pasos

que simple

para quien puede vagar

bajo los arboles

y esperar a una amiga

cuando quiera

sin importar que el reloj

gire una vez

o mil

o se detenga.

¡Que pequeño es mi patio

rodeado de alambradas!



V


Cuando pasaban las nubes

hacia el sur

yo también era alegre

se llenaban mis pupilas

con los bancos perdidos

de los parques

me embriagaba de caminos

y de bosques

volteaba las hojas del otoño

con los pies descalzos.

Hoy mi silla de ruedas

está triste.



La celebración de las fiestas navideñas, arbolito, etc. fueron prohibidas por Castro. Este dibujo representa esa decisión.



REENCUENTRO

Llegaré a ti

a pesar del odio silencioso

a pesar de la lluvia y los abismos

no importarán ya

el horizonte de bayonetas

más allá de mi espalda

ni las colinas de alambradas

que florecen

como si sospecharan

la alegría del encuentro.

Los dioses han querido que así sea

y ese designo inexorable

abrirá para mi amor

-para nuestro amor-

los cerrojos y caminos

en nombre de todas las creencias

con el fulgor inevitable

al calor de todas las esperanzas

de un nuevo amanecer

al que hemos despertado mil veces

con los ojos vacios.

Llegaré a ti

esta vez no lo dudes

ya está decidido nuestro encuentro

a pesar del odio y los abismos.


Junio de 1979


PRESENCIA


Alzo los dedos

como una reja

de ternura

y es una cárcel

y en la palma

de mi mano

prisionero

un beso tuyo.


23 de noviembre de 1976


SI YO PUDIERA…


Si yo pudiera ser el mar

sin que tú lo supieras

y sentir como hundes

en mis tranquilas aguas

la carne palpitante

de tus muslos rotundos

y tus manos luminosas

como el alba.

Saltaría entonces en espuma

rodearía tus cadenas blancas

la breve redondez de tu cintura

y voluptuosamente te abrazara.

Si yo pudiera ser el mar

haría que mis playas te llamaran

para que mis olas te acaricien como manos

y que sientas mis manos como el agua.

Si yo pudiera ser el mar

y ser profundo

y alfombrar tus pasos con mi arena

para hundirte hasta el fondo de mi mismo

y entre selvas de algas y corales

hacer de ti mi amante y mi sirena.


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