miércoles, 1 de agosto de 2012

El Maquinazo

Armando Valladares

La muerte del conocido disidente cubano Osvaldo Payá Sardinas, fue para muchos de sus compatriotas y su propia familia una tragedia anunciada.

Este  método  de la Policía Política cubana para eliminar enemigos de la Revolución es conocida por todos allá en la Isla.

En Cuba a los automóviles popularmente  les llaman “máquinas” y a esa práctica de lanzarles las máquinas  encima a los que la revolución quiere eliminar se conoce   como “el maquinazo”.

Cuando el sacerdote franciscano Miguel Ángel Loredo salió de las cárceles políticas cubanas, escribió un libro que indignó a la Seguridad del Estado y además, denunciaba constantemente los métodos represivos de la tiranía.

Para silenciarlo le lanzaron encima un camión a toda velocidad. No lograron matarlo, pero sufrió heridas graves, fracturas de huesos de las extremidades y un largo restablecimiento con silla de ruedas y muletas.

A mi compañero de prisión Blanco, por confrontaciones con la Policía Política  también trataron de matarlo atropellándolo con un auto a gran velocidad. Se salvó milagrosamente, pero sufrió heridas y todavía tiene las huellas de aquel intento de la Policía Política de asesinarlo. Vive ahora en Miami: es  mi barbero.

Al conocido activista de los Derechos Humanos, Ricardo Bofill también trataron de matarlo con el mismo método. Nunca los agresores aparecieron ni se investigaron estos hechos.

A Laura Pollán la dirigente de las Damas de Blanco, le lanzaron   un automóvil encima. También se salvó. Pero recibió golpes y magulladuras. La Policía Política ordenó llevarla a un hospital donde en pocos días  murió en circunstancias misteriosas e inesperadas, atribuyendo como  la causa de su muerte a enfermedades que nunca tuvo ni padeció.

El primer intento de asesinar a  Osvaldo Payá ocurrió  el pasado mes de Junio cuando viajaba con su esposa en una furgoneta Volkswagen. Al llegar a la esquina de la Calzada del Cerro y Rancho Boyeros, con ausencia total de tráfico, repentinamente fueron golpeados por detrás, con tal fuerza que la furgoneta se volcó invadiendo la senda contraria por la  que afortunadamente no transitaba vehículo alguno. El camión que con tal fuerza los impactó, desapareció, aunque al instante un automóvil oficial llegó al lugar, prueba de que estaban monitoreando el accidente. Osvaldo Payá no quiso denunciar aquel atentado contra la vida de su esposa y la de él.

Ya varias veces, le habían dicho que iban a matarlo. Y lo lograron al mes siguiente con el mismo método del maquinazo.

La hija de Payá declaró que el español y el sueco que iban en el asiento delantero del automóvil, tuvieron tiempo de enviar un mensaje de texto desde  sus teléfonos diciendo que otro vehículo  los estaba embistiendo y  tratando de sacarlos de la carretera…Quizás pensaron que los cuatro morirían….

Los dos extranjeros son ahora la preocupación de la Policía Política. Están acusando al español que conducía el auto, de ser el culpable de la muerte de Payá y del disidente Harold Cepera que también viajaba en el asiento trasero.

El sueco estaba incomunicado, y no le permitían hablar con los diplomáticos de su país. Ya el español ha sido encausado como culpable del “accidente”.

A los dos les harán firmar declaraciones diciendo que la culpa  fue de ellos, que nunca existió ningún vehículo tratando de sacarlos de la carretera; les filmarán haciendo las declaraciones en su propia voz…. ¿Pero qué pasará cuando los dos regresen a sus respectivos países…? 

A letter to Cuba’s American prisoner


Alan P. Gross
Havana, Cuba

Dear friend:

That is how I am compelled to address you, because even though we have never met, we share a common bond: I too lived behind the iron bars now surrounding you in Cuba — in my case for 22 years.

Like you, I was convicted by the Cuban authorities without a single shred of evidence against me.

I know the anguish of interminable days and endless nights, the feeling of helplessness when you know yourself to be innocent. I also know the painful sense of the lack of solidarity from outside the prison walls.

I have no doubt that your greatest pain right now must be the realization that the U.S. government has turned its back on you. There was a time when the words “I am an American citizen” meant something. They meant all the more when the individual declaring that was the target of abuse outside of the United States. It meant: “I have rights and they are recognized by the government of my country and they will ensure that you, too, respect my rights.”

It gives me great sadness to say that inside the Communist boot that now tramples upon your dignity is the foot of the American president, Barack Obama.

The more Castro’s thugs oppress you and make your family suffer, the more your jailers torture you, the harder things get for you — the more this administration seeks to reward them with new concessions. How is it that in 53 years of Cuba’s brutal dictatorship it was only months after Obama came to the presidency that the Castro brothers first decided to take an American citizen hostage?

How is it possible that the American administration has turned its back on you?

The pronouncements by the U.S. Department of State that U.S. officials are doing “everything they can” to secure your freedom are absolutely false. They are hypocritical statements not backed by any real action. Under any previous U.S. administration, Democrat or Republican, you would not still be in jail.

Your case has no precedent in the history of the United States. You are in prison because of the supreme cowardice of the American president and his secretary of state. Whether they know it or not, the key to your cell is inside President Obama’s pocket.

The White House has abandoned you. It does not matter to them that you may be very ill and slowly dying.

It does not matter to them that your daughter has cancer, or that your wife, too, is ill.

The American president, who has made a habit of publicly bowing to foreign powers, bows to your torturers and would-be executioners. Meanwhile, the adult daughter of Cuba’s dictator recently visited the U.S. to applaud and show her support for President Obama. She receives a visa to come to the United States and a Secret Service escort. And you; you suffer the torture of imprisonment.

The Obama administration must step up its efforts to press for your release through its diplomatic channels. Should those diplomatic efforts fail, then they must be followed by real action, including the suspension of flights and remittances to Cuba until such time as you are allowed to return to the United States. If the Obama administration even threatened to do this it is my considered judgment that you would be on the next flight back to your home in Washington, D.C.

Only with real action will your freedom be secured. Unfortunately, if past is prologue, such action is unlikely to ever happen with this administration.

After I was released from prison, President Ronald Reagan appointed me as U.S. Ambassador to the United Nations Commission on Human Rights. During my tenure at the U.N., we managed to expose to the world, for the first time, Cuba’s systematic violations of fundamental rights and freedoms. You know these violations all too well. They are now marked on your own flesh. You will have your day in the international court, too. You will have the opportunity to expose your jailers and the suffering they have imposed on 11 million people for more than half a century.

Please do not lose faith. You are not alone in that cell. God is there with you, along with the love of your brave wife and the firm commitment of those of us who continue to fight for your freedom. Do not give in to despair or to the treachery of those who have abandoned you. I am convinced, from my own experience, that you will return home, against all hope …

You are always in my prayers.

Armando Valladares

domingo, 8 de julio de 2012

Mercosur/Unasur: Doble Alianza chavista-castrista contra Paraguay

Armando Valladares

Por una ironía de la Historia, el juicio sumario y el consecuente golpe internacional de Estado contra Paraguay adolecieron exactamente de los vicios que se alegan contra el Poder Legislativo paraguayo

El viernes 29 de junio, la Doble Alianza Mercosur/Unasur promovió un virtual golpe internacional de Estado contra Paraguay, suspendiéndolo como país miembro. Mercosur y Unasur reeditaron de esa manera, en el plano político, la llamada Triple Alianza, un pacto militar articulado en el siglo XIX por dos países gigantes limítrofes, contra ese pequeño país sudamericano.

La excusa para ese nuevo golpe de los gobiernos sudamericanos contra el pequeño Paraguay, fue que la destitución del ex presidente Lugo, por parte del Poder Legislativo paraguayo, habría violado las reglas de juego democráticas y el mandatario no habría tenido todo el tiempo necesario para defenderse, por causa de la rapidez del proceso de destitución.

 Por una ironía de la Historia, el juicio sumario y el consecuente golpe internacional de Estado contra Paraguay adolecieron exactamente de los vicios que se alegan contra el Poder Legislativo paraguayo. La contradicción no podría ser mayor y más flagrante. Las más elementales normas de justicia, equidad, respeto y convivencia democrática entre Estados fueron sistemáticamente violadas, al punto de que el nuevo presidente de Paraguay, Federico Franco, y su canciller fueron prohibidos de presentarse en las reuniones de Mercosur y Unasur. Los gigantes condenaron al pequeño Paraguay sin dar a sus autoridades la menor posibilidad de defenderse.

Revela la periodista Tania Montero, enviada especial del periódico brasileño Estado de San Pablo a la reunión Mercosur/Unasur, que los mandatarios del Mercosur, mientras tramaban la sumaria expulsión de Paraguay por una puerta, y articulaban la no menos sumaria entrada de Venezuela chavista por la otra, no conseguían ocultar la preocupación de que esas arbitrarias decisiones puedan ser denunciadas por el gobierno paraguayo ante las cortes internacionales de justicia y organismos análogos.

Por ocasión de acontecimientos políticos, sociales y hasta criminales de envergadura, para encontrar las motivaciones profundas de los protagonistas de esos importantes acontecimientos, y para identificar debidamente a responsables, los analistas suelen levantar la clásica pregunta: ¿a quién favorece lo ocurrido?

En el caso del golpe internacional de Estado contra Paraguay, esa pregunta en un 50% resulta superflua, porque queda claro que se aprovechó la suspensión de ese país para meter dentro del Mercosur a Venezuela chavista, una inclusión que precisamente encontraba su mayor obstáculo por parte del Senado paraguayo. El otro 50% encuentra su respuesta en el ánimo procastrista casi generalizado de los mandatarios presentes, quienes en la reciente Cumbre de las Américas rasgaron sus vestiduras porque se había vetado la presencia del “democrático” régimen comunista de Cuba, que desde hace más de medio siglo comete un sistemático y criminal genocidio material y espiritual contra mi querida Patria cubana.

 ¿A quién favorece entonces el golpe internacional de Estado contra Paraguay promovido por esa sui generis Doble Alianza Mercosur-Unasur? Sin lugar a dudas, favorece, promueve e incentiva al “eje del mal” chavista-castrista de América Latina.

Cuando en 2009 se produjo en Honduras la destitución del pro-chavista presidente Zelaya, se levantó una de las mayores griterías internacionales jamás presenciada, por parte de mandatarios y dirigentes izquierdistas, pro-izquierdistas e inocentes útiles del Hemisferio.

Pocos días antes de la destitución de Zelaya, la OEA, con su nefasto secretario-general a la cabeza, reunida en Honduras, había abierto de par en par las puertas a Cuba comunista, sin condiciones.

En cuanto cubano, ex preso político que pasó 22 años en las mazmorras de Cuba, y en cuanto iberoamericano, asumí inmediatamente la defensa de Honduras y escribí numerosos artículos denunciando la complicidad de la OEA con las izquierdas hondureñas, mostrando los dos pesos y las dos medidas de la “política del garrote” para Honduras y la “política de sonrisas” hacia Cuba comunista, y señalando la responsabilidad del kerenskismo político y eclesiástico iberoamericano pavimentando el camino a las izquierdas.  

En 2012, tres años después de la crisis hondureña, mi conciencia de cubano e iberoamericano no me permite permanecer en silencio delante de una conjura política contra la pequeña, sufrida y heroica nación paraguaya, una conjura que tiene entre sus lamentables consecuencias inmediatas el fortalecimiento del chavismo y, por lo tanto, del cordón umbilical que, desde Venezuela, mantiene con vida a los carceleros castristas. Pido la ayuda de la Divina Providencia para la nación paraguaya, de manera que pueda resistir a las presiones internacionales, inspirándose en el consejo del Apóstol San Pablo, “esperando contra toda esperanza”.


valladaresblog@yahoo.com

miércoles, 13 de junio de 2012

Que los cubanos no se llamen a engaño


“Los exiliados cubanos no deben ilusionarse con un nuevo gobierno en Venezuela.  Le seguirán suministrando  petróleo a los Castro.”

Armando Valladares

Escuché a María Corina Machado. Un día será la presidenta de Venezuela. Yo la prefiero a Carriles, pero los venezolanos lo escogieron a él.

Muchos cubanos exiliados hemos echado rodilla en tierra en apoyo a nuestros hermanos venezolanos, los que han tenido que salir huyendo de su Patria y los que allá, como María Corina Machado dan la pelea día a día. Una lucha desigual, pero llena de heroísmo, de dignidad y de valor…¡Admirable!

Queremos que ganen esas elecciones de la que depende el futuro de Venezuela y quizás de alguno de los  países del Alba.

Pero no deben hacerse ilusiones los cubanos del exilio de que el triunfo de nuestros amigos de ahora significará solidaridad y apoyo para nuestro empeño de derrocar la tiranía castrista, tampoco piensen que van a dejar de mandarle petróleo a los Castro. Somos aliados tácticos solamente.

María Corina (foto a la izquierda) lo dijo claramente: “Continuarán las relaciones con Cuba y respetaremos todos los acuerdos excepto aquellos que sean anticonstitucionales” (?) supongo se referiría a esas leyes aprobadas por Chávez como la que permite que la Policía Política Cubana pueda detener a cubanos en Venezuela y la venezolana haga lo mismo en Cuba con sus compatriotas que viven allá,  y otros tantos de esos miles de acuerdos no comerciales entre Chávez y los Castro que han sido humillantes para todos los venezolanos con vergüenza.

Ya el candidato Capriles  había sido criticado por unas declaraciones ofrecidas en Miami de como sería su política hacia Cuba. Muchos cubanos se sintieron defraudados por esas declaraciones.

Y en otra ocasión cuando le preguntaron si iba a suspender el envió del petróleo a los Castro dijo que si era elegido, “no emplearía ninguna medida traumática contra Cuba”.

Para el régimen que los ha humillado, que les ha robado sus riquezas, que ha contribuido a sumir a su propio país en la miseria, para el gobierno que dirige la represión contra sus propios compatriotas, el candidato Capriles, cuando sea presidente no quiere tomar medidas traumáticas.

Indudablemente que estamos frente a un genuino cristiano, lleno de amor y perdón, de esos que pone la otra mejilla…. Para él será seguramente el Reino de los Cielos.

Y ahora, María Corina, en la misma línea de pensamiento que Capriles (en la foto), ratifica lo que será la política hacia Cuba si ganan las elecciones. La nueva Venezuela se convertirá entonces en uno de los tantos países que con su ayuda apuntalan la tiranía, le dan oxígeno, reconocimiento.

Para  el argumento de que es más útil que estén en Cuba para presionar al gobierno cubano, etc. etc., como dijo María Corina,…recuerdo ahora una conferencia de Carlos Alberto Montaner sobre este tema  donde dijo.. “los empresarios serios, españoles o de cualquier otra latitud, tampoco deben sucumbir a la superstición de que es conveniente estar en Cuba cuando se produzcan los cambios. Lo sensato es no colaborar con la dictadura. Lo probable es que quienes ya están tengan que enfrentarse a cuantiosas reclamaciones legales (y a probables responsabilidades penales) por parte de los trabajadores, que durante años han visto como en Cuba se violan las reglas establecidas por la Organización Internacional del Trabajo, reglas a las que tanto las empresas como el Estado Cubano están obligados a someterse”( Conferencia ante el Foro Nueva Economía, Madrid 27 de Junio 2007).

Por supuesto que la política venezolana será de absoluta decisión de los venezolanos que vengan después de Chávez.

No obstante, en cuanto a cubano, y en cuanto a ex-preso político por más de 20 años, me siento en el derecho de manifestar estos pensamientos, por lo que significarán para la libertad de mi Patria.

No debe olvidarse que Venezuela tiene una refinería funcionando en Cienfuegos y está terminando otra más grande aún en Matanzas que han costado decenas de miles de  millones de dólares.

¿Va a abandonar estas refinerías el próximo gobierno de nuestros amigos? Los futuros líderes repiten que respetarán los acuerdos y convenios, es decir, seguirán refinando petróleo en Cuba, en sociedad con los que pisotean la soberanía nacional y han convertido a la Venezuela de hoy en una colonia de los Castro.

Van a seguir haciendo negocios con ellos y los que trabajan en esas instalaciones hoy, seguirán siendo obreros esclavos, sin derecho a huelgas, y otras violaciones de las que será cómplice el nuevo gobierno venezolano y  formará así, parte de los países que han estado explotando la  miseria de los trabajadores  cubanos y ayudando a sostener el régimen.

Aquí quiero volver a citar la conferencia de Carlos Alberto Montaner a la que me réferi anteriormente: La Responsabilidad Social Corporativa.

“Esa definición del modelo económico a que aspiran los cubanos debe servir, también, como un severo juicio crítico contra los precarios bolsones de economía semiprivada que medran en la Cuba actual. Las inversiones extranjeras que existen en Cuba, que son las que la dictadura autoriza y controla mediante la modalidad de empresas mixtas, no sirven a los intereses de la sociedad cubana, sino que contribuyen dolorosamente a la supervivencia de la dictadura y constituyen una expresión del peor capitalismo estatal mercantilista.” –fin de la cita-.

Las consecuencias de “respetar los acuerdos con Cuba” de los que habló María Corina Machado y la garantía de no tomar medidas “traumáticas” del candidato Capriles significan claramente que seguirán como socios comerciales de  los hermanos Castro.

Serán esas empresas mixtas, que según Carlos Alberto Montaner,- y que yo apruebo- “reproduce lo peor del modelo político totalitario: la explotación inicua de los trabajadores, a los que se les confisca el 95% de su salario mediante un tramposo cambio de moneda, más la represión política y la falta de libertades que existen en el  resto de las instituciones del país.”

Y cuando el futuro gobierno que sustituya a Chávez continúe respetando los acuerdos y convenios comerciales y siga enviando petróleo y haciendo otros negocios con los Castro (que va a suceder) nuestros congresistas,   con la misma energía y fervor que  apoyaron y defendieron a los antichavistas de hoy, mañana cuando estos sean gobierno y mantengan negocios  privados o gubernamentales con los Castro,  pedirán que  se les apliquen  con todo el rigor  las Leyes que existen para quienes comercian con países terroristas…

Pero aún con el petróleo venezolano, un día, muy próximo, acabará la tiranía en Cuba y quizás los que sustituyan a los Castro  pedirán cuentas a  los  países que estuvieron sosteniendo la dictadura; y la nueva Venezuela, con sus refinerías y otros negocios que  seguramente vendrán, para tristeza nuestra,  estará entre esos  países, como España, Japón, China, Rusia  y tantos otros que por sus intereses económicos  escogieron estar del lado  de los opresores  ¡Ojalá me equivoque! ¡Que más quisiera yo..!

valladaresblog@yahoo.com

miércoles, 2 de mayo de 2012

Estados Unidos-Cuba: obispos pro-muerte, cardenal-agente y autodemolición


Armando F. Valladares

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos está presionando al gobierno estadounidense para que éste efectúe la “completa abolición” del embargo comercial y “elimine sistemáticamente” todas las restricciones actualmente existentes contra Cuba comunista. Los obispos alegan que con esos pasos unilaterales  se beneficiaría sobre todo a los cubanos más “simples” y a los más “marginalizados”, se abriría el camino para una "mayor libertad", inclusive religiosa, y se contribuiría a mejorar la situación de los "derechos humanos". Es lo que se afirma en una carta firmada por monseñor Richard E. Pates, presidente del Comité de Justicia Internacional y Paz de la Conferencia de Obispos Estadounidenses, en nombre de sus pares, dirigida a la secretaria de Estado, Sra. Hillary Clinton.

Los obispos católicos exigen que se restablezcan  las relaciones diplomáticas con el régimen comunista de La Habana, sin ponerle a éste absolutamente ninguna condición. Negocio redondo. El régimen saldría enteramente ileso; tendría todo para ganar, nada para perder. Sería una fiesta para los carceleros de La Habana. Por el contrario, en la hora de las condiciones, los obispos se vuelven de una manera implacable contra el gobierno estadounidense y ponen la capitulación diplomática como una condición indispensable para promover las libertades y los derechos humanos en la isla.

Siguiendo el sui generis raciocinio episcopal, si los Estados Unidos no ceden total e incondicionalmente, entonces sería el gobierno estadounidense, y no el régimen castrista, el gran responsable por la continuidad de la opresión y del sufrimiento en Cuba. Se contribuye de esa manera a sacarle el merecido fardo al régimen comunista por la falta total de esas libertades y a colocarlo completamente en las espaldas del gobierno estadounidense.

Los obispos católicos tratan así de transformar lo negro en blanco, y lo blanco en negro. Confunden efecto con causa. Parecen desconocer que el “embargo externo” estadounidense es un efecto, que puede ser discutible, de la indiscutible causa profunda de la tragedia cubana, que es el “embargo interno” que mantiene el régimen comunista desde hace 53 largos años contra los fieles católicos cubanos y contra 11 millones de cubanos de la isla.

Al gobierno estadounidense los obispos le exigen levantar totalmente el embargo externo, y le recriminan sus alegados “efectos dañinos”. Al régimen cubano no se le pide en contrapartida absolutamente ninguna “abolición” y ninguna “eliminación” del andamiaje constitucional, jurídico y policial que asfixia a los habitantes de la isla-cárcel, un andamiaje, ese sí, intrínsecamente "dañino".

La omisión no podía ser más flagrante y el episcopado católico de los Estados Unidos manifiesta de esa manera una increíble condescendencia con el régimen cubano, violador sistemático de todos y cada uno de los derechos de Dios y de los hombres.

Los obispos católicos estadounidenses, que en su país se han manifestado tantas veces contra el aborto, en una clara actitud “pro-vida”, con relación al pueblo cubano indefenso pasan a actuar como activos embajadores “ad hoc” del régimen opresor y, por lo tanto, se colocan en una nítida actitud "pro-muerte" y, por lo tanto, “pro-castrista”.

Casi al mismo tiempo, pocos días después del lamentable documento de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, el cardenal de La Habana, monseñor Jaime Ortega, pronunció una conferencia en la Universidad de Harvard, en la cual acusó de “antiguos delincuentes comunes”, de “gente sin nivel cultural”, e inclusive “algunos con trastornos psicológicos” a 13 cubanos que días antes de la llegada de Benedicto XVI a Cuba ocuparon la Basílica Menor de la Iglesia de Nuestra Señora de la Caridad, en La Habana. El cardenal acudió a la policía política para desalojarlos. En Harvard juró que “no fueron sacados a la fuerza”, cuando en realidad fueron reducidos por fuerzas especiales del régimen comunistas a golpes y patadas. Y remató diciendo que la ocupación de esa iglesia fue “fraguada en Miami”, en un increíble y gratuito ataque al destierro cubano.

El cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino, arzobispo de La Habana, en realidad dijo en Harvard, algo que un adiestrado y sumiso agente del régimen hubiera dicho. ¿Dónde están las pruebas del cardenal Ortega para tan graves acusaciones contra indefensos opositores cubanos y contra el destierro de Miami? ¿Cuál es la fuente de esas pruebas? Y sobre todo, ¿cuál sería el “crimen”? ¿El hecho de ser opositores al régimen comunista, en defensa de la fe, de los derechos de Dios y de los derechos de los cubanos?  Hemos llegado a una situación asombrosa e inimaginable en materia de servilismo eclesiástico y de cooperación con el régimen comunista.

Como si lo anterior fuera poco, existe algo más grave y más perturbador del punto de vista de los fieles católicos y de la propia perseverancia en la fe. A los ojos de la opinión pública, los obispos “pro-muerte” y un cardenal que objetivamente actúa como si fuera un “agente” del régimen, con sus conductas inexplicables, no parecen sino seguir las orientaciones de S.S. Benedicto XVI y de los más altos personeros de la secretaría de Estado del Vaticano quienes antes, durante y después del reciente viaje papal a Cuba solicitaron el levantamiento del embargo comercial estadounidense. Sí, es lo más grave y lo más perturbador porque los más altos Pastores de la Iglesia católica, a los ojos del rebaño pasan a ser vistos como la punta de lanza diplomática más eficaz para salvar del derrumbe al régimen castrista, a cualquier costo. Aún resuena la advertencia del fallecido arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Pedro Meurice, realizada en 1986: “Nos consideraban una Iglesia de mártires y ahora algunos dicen que somos una Iglesia de traidores”.

Esa situación, y otras similares por las que atraviesa la historia de la Iglesia cubana desde hace décadas, de colaboracionismo con el régimen castrista, parecieran ilustrar palabras de Paulo VI sobre la autodemolición y el humo de Satanás en la Iglesia.

Hace años, en un simposio donde se recordaron los peores crímenes comunistas, oí el dramático caso de un sacerdote de un pueblito del Este europeo, tenido como respetable por todos sus fieles, quien un día, durante una Misa, dijo que en realidad él no creía en la Iglesia, que había perdido la fe y que había adherido a la siniestra “fe” comunista. Comenzó a sacarse sus paramentos, pieza sagrada por pieza sagrada, dejándolas una por una encima del altar, hasta quedarse en ropas civiles. Sus feligreses, atónitos, muchos de ellos llorando desconsolados, de repente se pusieron de pie y comenzaron a rezar y cantar el Credo. Creían y esperaban ellos, según el consejo de San Pablo, contra toda esperanza.

Que la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, fortifique hasta un grado heroico la fe del rebaño cubano, dentro y fuera de Cuba. Y que a todos nos dé fuerzas para que, pese a tantas pruebas espirituales causadas por actitudes desconcertantes de tan altos eclesiásticos, continuemos rezando el Credo y esperando contra toda esperanza, con la certeza de que las puertas del infierno no prevalecerán.

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martes, 3 de abril de 2012

Cuba 2012: el Pastor, el Lobo-Reliquia y la Encíclica Divini Redemptoris

Armando F. Valladares


Domingo de Ramos 01 de abril de 2012

 

 

Cordial recepción al ex dictador

 

El 28 de marzo de 2012, las escenas que muestran a Benedicto XVI y su séquito recibiendo cordialmente al sanguinario ex dictador Fidel Castro, en la Nunciatura Apostólica de La Habana, fueron las más dramáticas de la visita papal a la isla-cárcel desde los puntos de vista religioso, pastoral, político, simbólico y de la propia teología de la Historia; las que dejaron el sabor más amargo en los cubanos de la isla-cárcel, sedientos de auténtica fe católica y de plena libertad; y las que más dilaceraron los corazones del rebaño cubano, dentro y fuera de Cuba.

 

Una especie de “santo” comunista

 

Era el Pastor de los Pastores, con su secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, y con su Nuncio Apostólico en La Habana, monseñor Bruno Musaro, acogiendo al Lobo de los Lobos casi como si fuera una “reliquia” viviente, una especie de “santo” comunista. Ese encuentro constituyó la realización de una Pesadilla de las Pesadillas, respecto de la cual se especuló durante muchos meses antes de la visita papal, incluyendo rumores de una hipotética conversión, como si se estuviese sondeando y endulzando el ambiente para que los 11 millones de cubanos prisioneros en la isla y los amantes de la libertad en el mundo entero, en la hora de ese encuentro, ya hubiesen amortiguado internamente el natural horror y repulsa que despiertan los grandes asesinos de la Historia cristiana, desde Nerón, pasando por Lenin, Stalin, Mao y Pol Pot, hasta Fidel Castro.

 

Fue un encuentro “muy cordial”, declaró el portavoz vaticano, Federico Lombardi, en conferencia de prensa en La Habana.

 

Servilismo del Nuncio en La Habana

 

Según muestra un video colocado en Youtube por América TeVé - Canal 41, la obsequiosidad demostrada por el Nuncio Apostólico, para no decir el servilismo, llegó a grados inimaginables. El ex dictador apenas acababa de bajarse del vehículo que lo transportaba cuando monseñor Musaro lo recibe, se inclina en una especie de reverencia, y proclama en tono admirativo: “Señor Comandante, bienvenido a su casa. Yo fui alumno de su queridísimo amigo monseñor Cesar Zacchi”.

 

Es de recordar que monseñor Zacchi fue el encargado de la Nunciatura en La Habana en los primeros años de la revolución comunista e impulsor de la “ostpolitik” vaticana hacia Cuba, obligando a los obispos cubanos a alinearse con el régimen comunista o a callarse. A la salida, el Nuncio lo esperaba en la puerta para desearle: “Que Dios lo bendiga”. Y cuando Castro ya estaba bajando las escaleras, literalmente corrió detrás de él para desearle “felicidades”. En materia de servilismo procastrista, el alumno parece haber aventajado al maestro.

 

El Pastor habría tomado la iniciativa del encuentro

 

Lo más desconcertante es que el propio Pastor habría sido quien tomara la iniciativa del encuentro, y no el Lobo en supuesto proceso de “conversión”. Es lo que reveló Fidel Castro, en declaración publicada por el Vatican Information Service (VIS) en su edición en español: “He tomado la decisión de pedir algunos momentos de su tiempo, que sé está lleno de compromisos cuando supe que le habría agradado este modesto y sencillo contacto” (VIS, “Encuentro entre el Papa y el ex presidente Fidel Castro”, 29 de marzo de 2012). Palabras farisaicas y astutas, aparentemente humildes, que dejaban claro quién dio el primer paso en una iniciativa que del punto de vista protocolar no era necesaria.

 

Castro: “Haremos apóstatas, miles de apóstatas”

 

¿Cuál sería el “agrado” que Su Santidad esperaba tener en el encuentro con ese asesino de cuerpos y de almas? Es un misterio. Fidel Castro comenzó fusilando a decenas de jóvenes católicos, que morían como mártires proclamando “¡Viva Cristo Rey! ¡Abajo el comunismo!”, gritos que yo mismo escuché, con mis propios oídos, en la siniestra prisión de La Cabaña; hasta que, en la Universidad de La Habana, por estrategia, y no por arrepentimiento o conversión, trazó una maquiavélica rectificación: “No caeremos en el error histórico de sembrar el camino de mártires cristianos, pues bien sabemos que fue precisamente el martirio lo que dio fuerza a la Iglesia. Nosotros haremos apóstatas, miles de apóstatas” (cf. Juan Clark, “Cuba: mito y realidad”, Ediciones Saeta, Miami-Caracas, 1a. ed., 1990, pp. 358 y 658).

 

Fue a partir de entonces que los condenados a muerte comenzaron a ir al “paredón” amordazados, para silenciar de esa manera sus proclamas de fe y heroísmo. Al mismo tiempo, la “alfabetización” y la “salud” pasaron a ser dos tenazas satánicas de control psicológico, mental y social, así como de inducción a la apostasía, de generaciones enteras de niños, jóvenes y adultos. “Alfabetización” y “salud” que, no obstante, han recibido comentarios laudatorios de las más altas autoridades eclesiásticas, inclusive, del actual Pontífice (cf. Discurso de Benedicto XVI de recepción de las cartas credenciales del embajador de Cuba, Eduardo Delgado Bermúdez, "Le lettere credenziali dell'Ambasciatore di Cuba presso la Santa Sede", Oficina de Prensa de la Santa Sede, Diciembre 10, 2009; cf. Armando Valladares, “Benedicto XVI: ¿”eatificación" del internacionalismo castrista?”, agencia Destaque Internacional, Enero 06,  2010). Estos son otros misterios que hacen estremecer las almas de los fieles católicos cubanos.

 

Pío XI: comunismo, “satánico azote”

 

En ese trágico día 28 de marzo de 2012, sin duda, uno de los más trágicos de la Historia de los católicos cubanos y de la propia Cuba, Benedicto XVI ofreció al ex dictador las Medallas de su Pontificado. El momento de mayor cordialidad captado por los fotógrafos fue cuando el Pontífice tomó con sus dos manos las ensangrentadas manos de Castro, y ambos intercambiaron miradas en lo que parece ser un clima de mutua afinidad.

 

Por una ironía, o quizás, por una señal providencial, en esa misma foto difundida por el propio Vaticano se percibe al fondo y a lo alto, entre Benedicto XVI y Fidel Castro, como si estuviera analizando la escena, un cuadro con el retrato de un Pontífice. Todo indica que se trata de S.S. Pío XI, cuya profética Encíclica “Divini Redemptoris” el 19 de marzo pp., por lo tanto, pocos días antes del trágico encuentro, acababa de cumplir el 75o. aniversario en el mayor de los silencios y de los olvidos. Fue precisamente en esa Encíclica que Pío XI calificó al comunismo como “intrínsecamente perverso” y como un “satánico azote”.

 

En los últimos años, me he visto en la dolorosa obligación de escribir decenas de artículos denunciando la política de distensión del Vaticano con el régimen comunista de Cuba. Artículos redactados invariablemente con palabras respetuosas, ejerciendo mi derecho y mi obligación de conciencia de fiel católico cubano y de ex preso político durante 22 años. Reconozco que esta ha sido talvez la ocasión en que he tenido más dificultad de encontrar palabras adecuadas para esbozar una conclusión, tal la gravedad de lo ocurrido en la Nunciatura Apostólica en La Habana ese 28 de marzo de 2012.

 

Paternal y providencial ayuda de S.S. Pío XI

 

Opto entonces por recurrir a la paternal y providencial ayuda de S.S. Pío XI, cuya figura de alguna manera se hizo sentir en la Nunciatura Apostólica en La Habana, citando algunas expresiones de su profética Encíclica “Divini Redemptoris” que se aplican de manera sorprendentemente actual a la Cuba de hoy.

 

En una de las frases más lapidarias para quienes en Cuba promueven un diálogo alegadamente constructivo de los católicos con el régimen, Pío XI afirma que “el comunismo es intrínsecamente perverso, y no se puede admitir que colaboren con el comunismo, en terreno alguno, los que quieran salvar de la ruina la civilización cristiana”. Nótese la fuerza de la expresión y las importantes consecuencias que de ella derivan: para Pío XI no es lícito colaborar "en terreno alguno" con una ideología intrínsecamente perversa.

 

“Conspiración del silencio” y “propaganda diabólica”

 

Con relación a importantes medios de comunicación, el Pontífice denuncia “la conspiración del silencio que está realizando una gran parte de la prensa mundial” sobre los crímenes revolucionarios.

 

Paralelamente a ese silencio, los revolucionarios desarrollan “una propaganda realmente diabólica como el mundo tal vez nunca ha conocido” con la finalidad de mostrar las supuestas bondades comunistas.

 

Una “propaganda diabólica” que - según profética advertencia de Pío XI, confirmada en las décadas posteriores con tantos lamentables ejemplos - tenía entre sus objetivos principales difundir el engaño en los propios medios católicos: “Más todavía, procuran infiltrarse insensiblemente hasta en las mismas asociaciones abiertamente católicas o religiosas”. Junto con el engaño, viene de la mano la colaboración comuno-católica: “En otras partes, los comunistas, sin renunciar en nada a sus principios, invitan a los católicos a colaborar amistosamente con ellos en el campo del humanitarismo y de la caridad”.

 

“Hay incluso quienes, apoyándose en algunas ligeras modificaciones introducidas recientemente en la legislación soviética, piensan que el comunismo está a punto de abandonar su programa de lucha abierta contra Dios”, señalaba también el Papa Pío XI, en otra consideración de enorme actualidad para la Cuba de hoy. Baste recordar las ilusiones despertadas en ciertos sectores cuando se han dado a conocer recientes documentos del Partido Comunista de Cuba (PCC) y pronunciamientos de los hermanos Castro, incluyendo los rumores sobre la supuesta conversión del ex dictador, con apariencia distensiva - pero con un trasfondo fraudulento, claro está - en dirección a los católicos.

 

¿Comunismo mitigado?

 

A continuación, Pío XI sale una vez más al paso de quienes nunca pierden las ilusiones de encontrar un comunismo mitigado con el cual les sea posible entrar en componendas: “No se puede afirmar que estas atrocidades sean un fenómeno transitorio que suele acompañar a todas las grandes revoluciones, o excesos aislados de exasperación comunes a toda guerra; no, son los frutos naturales de un sistema cuya estructura carece de todo freno interno”. Nótese bien. Esos errores y horrores no son circunstanciales, sino connaturales con dicha ideología. Son “los errores intrínsecos del comunismo”, recalca Pío XI.

 

Gigantesco viraje de diplomacia vaticana

 

¿Por ventura no están descritos por S.S. Pío XI, de manera sintética y profunda, tantos ardides de los comunistas contra los católicos en Cuba y en el exilio? ¿Acaso esas advertencias, hechas hace exactamente 75 años, no constituyen hoy una trágica explicación para tantos episodios de colaboración comuno-católica en la Cuba de hoy? Lo concreto es la constatación de un gigantesco viraje producido en la diplomacia vaticana, desde Pío XI hasta nuestros días. Viraje enigmático y desconcertante de la diplomacia vaticana, una de cuyas raíces históricas parece estar, según destacados analistas, en el propio silencio del Concilio Vaticano II con relación al comunismo, lo cual hizo que los Lobos se sintieran en total libertad para diezmar al Rebaño en Cuba, en los países del Este europeo, en Rusia, China y Vietnam.

 

Que la Virgen de la Caridad proteja, consuele y llene de auténtica fe a mis 11 millones de hermanos prisioneros en la isla-cárcel; y que a los cubanos del destierro nos dé fuerzas espirituales para continuar luchando por la libertad de Cuba, con el fuego del Apóstol San Pablo: "combatiendo el buen combate de la fe" y "esperando contra toda esperanza" (Segunda Epístola a Timoteo 4, 7; y Epístola a los Romanos 4, 18-19).                       

 

Armando Valladares, escritor, pintor y poeta. Pasó 22 años en las cárceles políticas de Cuba. Es autor del best-seller "Contra toda esperanza", donde narra el horror de las prisiones castristas. Fue embajador de los Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU bajo las administraciones Reagan y Bush. Recibió la Medalla Presidencial del Ciudadano y el Superior Award del Departamento de Estado. Ha escrito numerosos artículos sobre la colaboración eclesiástica con el comunismo cubano y sobre la "ostpolitik" vaticana hacia Cuba.


domingo, 25 de marzo de 2012

Otra vez el diálogo

Armando Valladares

 

Hace más de treinta años los simpatizantes del diálogo con la tiranía irrumpieron en la problemática cubana buscando una posible solución a la situación imperante en la Isla.

 

Fue una propuesta de quienes  consideraban que las posiciones intransigentes frente al enemigo  no habían dado resultado alguno porque los Castro continuaban  en el poder.

 

En aquellos años, finales de los setenta, muchos compatriotas bien intencionados, y otros con motivaciones inconfesables, pensaban que era  posible sentarse con los opresores y convencerlos de buscar una salida que desactivara el aparato represivo y la dictadura misma. Pensamiento ingenuo que olvidaba la naturaleza criminal  de la tiranía.

 

El argumento de que los “intransigentes” teníamos un enfoque erróneo por más de 25 años y que habíamos fracasado, ya  hace muchísimo tiempo  perdió vigencia, porque los proponentes del diálogo  llevan más de tres décadas  tratando de que los torturadores se sienten a dialogar con ellos. Pero solo han recibido a cambio el silencio y el desprecio de los que desgobiernan Cuba. Pensé que ya ese tema había quedado atrás.

 

Ahora, como el ave fénix, el diálogo resucita de sus propias y frustradas cenizas…

 

Deambula por los canales del internet un comunicado promovido por “un grupo de notables de todo el mundo” y de cubanos “respetuosos”,  y de patriotas a sueldo y de mercaderes, alguno de los cuales intenta  controlar la telefonía en la Isla con Fidel y Raúl Castro de socios... ya alguno que otro tiene experiencia en hacer negocios con los comunistas….

 

Este documento pide “que la visita del Papa a Cuba sea una oportunidad para el cese de la represión y se dé inicio al diálogo” (textual) Si el documento hubiese pedido solamente el cese de la represión merecería  aplausos.

 

Utilizan las declaraciones del anterior Papa cuando le dijo a los cubanos “Ustedes no son víctimas”. Esa declaración es pura entelequia espiritual., una imagen poética, una falacia…. ¿Qué no son víctimas…?

 

Que le pregunten a Boitel; a los que murieron en los paredones de fusilamiento; que le pregunten  a Orlando Zapata Tamayo y  al preso político Armando Sosa Fortuny que languidece, enfermo y olvidado  en  un calabozo en Cuba cumpliendo más de treinta y seis años de prisión. Que le pregunten a los opositores golpeados salvajemente por las turbas de respuesta rápida si son víctimas o no…….

 

Los Notables, que algunos lo son de verdad, están siendo utilizados ya que no tienen ni la más remota idea de lo que significa ese diálogo que le han vendido los que están detrás de ese documento, frotándose las manos en la creencia de que consiguiendo las firmas de todos ellos van a lograr la componenda que necesitan para sus negocios en Cuba.

 

Ya cansa el argumento falso de que los cubanos están divididos, de la cacareada reconciliación, todo eso es una soberana mentira que los interesados quieren convertir en verdad.

 

Hipócritamente hablan de una reconciliación entre cubanos de aquí y de la Isla, víctimas todos  del mismo opresor y  que nunca han estado divididos ..! fariseos..!! La reconciliación y  el diálogo que quieren estos neodialogueros  es con la tiranía, con la Policía Política….con los torturadores .

 

Como dice el popular refrán callejero: “Los conozco como si los hubiera parido” por eso cuando los veo actuar, vienen a mi mente  aquellos versos de un poeta comunista llamado Rubén Martínez Villena:

 

Hace falta una carga

para matar bribones,

para acabar la obra

de las revoluciones…



domingo, 5 de febrero de 2012

Cuba - Brasil: Yoaní, compasión y pilatos

Armando Valladares responde a Dilma Rousseff viaje a La Habana

Este artículo puede difundirse y publicarse por cualquier medio, libremente, especialmente en el Brasil. Si fuera posible, comunique su publicación y/o su valiosa opinión a armandovalladares2013@gmail.com Agradezco enormemente a los millares de blogueros y twitteros cubanos y del mundo entero que están difundiendo en Internet mis artículos, contribuyendo decisivamente a traspasar las murallas de censura y de silencio

Desde el punto de vista de los derechos humanos, el viaje a Cuba de la presidenta del Brasil, Sra. Dilma Rousseff, constituyó un desastre inimaginable para el pueblo cubano y para sus esperanzas de libertad.

En ese sentido, el referido viaje presidencial podrá ser inscrito en el libro negro de las vergüenzas de nuestro tiempo y de nuestro continente. Con su silencio total sobre la violación sistemática de los derechos de Dios y de los hombres en la isla-cárcel desde hace más de cincuenta años, la presidenta de la mayor potencia de América Latina y una de las mayores potencias del mundo dio implícitamente luz verde para que el régimen continúe persiguiendo impunemente a los opositores, matándolos de sed en las prisiones, reprimiendo a las Damas de Blanco y manteniendo prisioneros, sin poder salir y entrar libremente, a 11 millones de cubanos.

También en ese sentido, la Sra. Rousseff, una ex guerrillera que nunca se arrepintió públicamente de su pasado, se transformó, a partir de su reciente viaje a La Habana, en corresponsable por los atropellos y crímenes que cometa en adelante el régimen comunista, alentado en sus salvajerías por tan gigantesco aval recibido.

Pocos días antes de la llegada de la presidenta Rousseff a la isla-cárcel, el régimen comunista había dejado morir de sed y de falta de atención médica al joven opositor Wilman Villar Mendoza, de 31 años, padre de las niñas Geormaris y Wilmari, de 7 y 5 años. Fue una muerte cruel que su esposa, Maritza Pelegrino, miembro de las Damas de Blanco, que en estos momentos está siendo cobardemente perseguida y hostilizada por la policía política cubana, calificó sin ambigüedades como un “asesinato”.

En 2010, su antecesor en el cargo, el Sr. Lula da Silva, al llegar a La Habana se había deparado con la muerte, también por sed y por falta de asistencia médica, de otro preso político, Orlando Zapata Tamayo. Lula lo calificó como un "simple delincuente", provocando consternación en el pueblo brasileño, en el pueblo cubano y en los defensores de la libertad en el mundo entero.

Dilma Rousseff, en cambio, simplemente ignoró la muerte de Wilman, como si nada hubiera pasado. Y las fotos oficiales difundidas por la Presidencia del Brasil la muestran con sonrisas generosas y susurros al oído del dictador Raúl Castro, tapándose la boca para que nadie le pudiera leer los labios. Una de las afirmaciones que pudieron oírse, según el sitio web Globo.com, fue la de que se entrevistaría “con mucho orgullo” con el sanguinario Fidel Castro.

Foto: Yoaní Sánchez
Algunos pensaban que el actual dictador Raúl Castro retribuiría tan abundante apoyo de la presidenta brasileña otorgando la visa de salida a la joven bloguera Yoaní Sánchez, para visitar el Brasil en febrero. Con ello, ayudaría a lavar un poco el rostro de la Sra. Rousseff, señalizando al menos un resultado humanitario concreto a cambio de tantas gentilezas y sonrisas presidenciales a los carceleros de Cuba. Aunque fuera una contrapartida efímera, serviría publicitariamente para atenuar el bochorno de su conducta complaciente en La Habana.

Los que así pensaron y esperaron, se engañaron.

El dictador Raúl Castro retribuyó con una bofetada a todas las generosas dádivas de la presidenta Rousseff, negando la visa a la joven periodista Yoaní sin molestarse en dar explicaciones. Y colocó así en la picota a la mandataria brasileña, dejándola a merced de justificadas críticas que se levantan en su país.

Escribo este artículo pensando en el noble pueblo brasileño, que se destaca en el mundo entero, entre tantos atributos, por su espíritu de compasión cristiana.

Jamás los cubanos podremos olvidar, con enorme gratitud, que hace 10 años ese generoso pueblo brasileño tomó como propia la causa de dos niñas cubanas, Sandra Becerra Jova y Anabel Soneira Antigua, secuestradas por el régimen de La Habana, que no permitía la salida de ambas para reunirse con sus padres, profesionales cubanos que habían optado por residir en el Brasil, un país de libertad. El drama familiar de esas dos niñas conmovió de tal manera al pueblo brasileño, y sensibilizó de tal manera a los medios de comunicación, que el régimen cubano tuvo que autorizar la salida de ambas para reunirse con sus padres en el Brasil. Fue un hecho tal vez inédito; y los brasileños lo consiguieron, con esa peculiar, única e intraducible manera de solucionar los problemas con creatividad, llamada “jeitinho”.


Foto: Vicente Becerra y Zaida Jova, padres de Sandra Becerra Jova (foto en el cuadro) / Miguel Soneira y Leticia Antigua, padres de Anabel Soneira Antigua (foto en el cuadro)


Diez años después, quién sabe si ese mismo pueblo brasileño pudiera de alguna forma exteriorizar nuevamente sus sentimientos de solidaridad con el hermano pueblo cubano, que gime en una isla-cárcel desde hace 50 años, y que ha quedado tremendamente angustiado por el espaldarazo de la presidenta brasileña a sus carceleros, de manera que la joven Yoaní pueda visitar cuanto antes el Brasil. Y, si así lo desea, que ella esté en condiciones de permanecer en Brasil el tiempo que sea necesario, sin ver coartado su derecho de opinión. Podrá titilar entonces una luz de esperanza en los corazones de 11 millones de cubanos prisioneros, incluyendo a tantas y tantas Yoanís, Sandras y Anabeles.

Según versión recibida de Cuba por mi compañero de presidio y hoy brillante periodista, Carlos Alberto Montaner, Geormaris y Wilmari, las dos hijitas del preso político asesinado pocos días antes de la llegada de la presidenta Dilma, no entienden lo que ha pasado con su querido papi. Como la familia tiene influencia cristiana, la madre les ha explicado que el papi se ha ido al Cielo. “¿Y dónde está el Cielo, mami?”, preguntaron. “Muy lejos de Cuba. Muy lejos”, les respondió la joven viuda.

Es a los artífices, propulsores y mantenedores del Infierno cubano, tan, pero tan lejos del Cielo, a quienes favorece en primer lugar el silencio de la presidenta Dilma, un silencio propio del espíritu de Poncio Pilatos.

Hace unos años, el entonces presidente Lula, en una entrevista con el periodista Boris Casoy, me acusó de “picareta” (embustero) porque escribí que él estaba dando su apoyo al “eje del mal” castrista. Hoy, la presidenta Dilma, objetivamente, por acción u omisión, pasó a liderar en el continente un “eje del silencio” sin el cual el “eje del mal” que asfixia a mi querida Patria cubana no podría sobrevivir. Señalo una vez más que considero a la presidente Dilma corresponsable por lo que pase en materia de violación de derechos con 11 millones de mis hermanos que gimen en la isla-cárcel, a partir de su viaje a La Habana.

Espero que sean respetados los derechos humanos y las libertades de todos aquellos blogueros y twitteros que suelen publicar y difundir mis artículos en esa noble Tierra de la Santa Cruz.

Sobre la próxima visita de SS. Benedicto XVI a Cuba acabo de escribir dos artículos, que pueden ser localizados en Internet: “El viaje de Benedicto XVI a Cuba: esperanzas y preocupaciones”y “Wilman Villar, infierno cubano y silencio vaticano”.

Cuba: Wilman Villar, infierno cubano

Armando Valladares


A dos meses del viaje de S.S. Benedicto XVI a la isla-cárcel de Cuba, y 24 horas antes de la llegada de una delegación vaticana de alto nivel para ultimar detalles de la visita papal, a la manera de una macabra carcajada el régimen dejaba morir al joven preso político cubano Wilman Villar Mendoza, padre de las niñas Geormaris y Wilmari, de 7 y 5 años. Una muerte cruel que su esposa, Maritza Pelegrino, no dudó en calificar como un “asesinato”.

 

Wilman había sido condenado a prisión el 24 de noviembre de 2011 y en un acto de desesperación decidió protestar delante del mundo con lo único que creyó tener a mano contra su injusta condena y, sobre todo, contra la situación de esclavitud en que yace su querido pueblo cubano. Comenzó así una huelga de hambre, que no tenía como objetivo atentar contra su propia vida, sino de usarla, colocándola en serio riesgo, como el único medio de protesta que consiguió vislumbrar en el fondo de las mazmorras castristas. A toda costa, con promesas mentirosas de liberación, intentaron hacer que renegase de sus ideas en favor de una Cuba libre, digna y próspera.

 

Lo aislaron desnudo en una húmeda y fría celda de castigo, donde contrajo neumonía. Le negaron la debida atención médica y le cortaron contra su voluntad la ingestión de agua, como ya habían hecho en 1972 con el también preso político y dirigente estudiantil Pedro Luis Boitel, por órdenes del propio Fidel Castro, así como recientemente hicieron en 2010 con Orlando Zapata Tamayo. Percibiendo los verdugos que no podían quebrar la resistencia de Wilman, el régimen castrista no solamente lo dejó morir sino que aceleró su muerte con la falta de atención médica adecuada, como lo hizo con Boitel y Orlando, y como el año pasado dejó morir en un hospital a Laura Pollán, fundadora de las Damas de Blanco.

 

En Cuba, las Damas de Blanco, a las cuales pertenece la viuda de Wilman, y figuras opositoras de la estatura de Martha Beatriz Roque Cabello, fueron las primeras en denunciar al mundo la arbitraria prisión de Wilman, el 24 de noviembre.

 

Fueron también las primeras en condenar la actitud criminal del régimen comunista, consumada el 19 de enero. En esto, se vieron secundadas por los gobiernos de España, Estados Unidos y Chile; y respaldadas por una emocionante solidaridad de cubanos de la isla, de desterrados y de amantes de la dignidad humana, de la libertad y del derecho en el mundo entero.

 

En sentido contrario, los silencios más clamorosos, que me conste, han sido los de la Secretaría de Estado de la Santa Sede; del Cardenal de La Habana, Jaime Lucas Ortega y Alamino; y de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

 

El desesperado caso del joven Wilman era de público conocimiento desde hacía casi dos meses. Dos meses es mucho tiempo para aquellos Pastores que debían hablar; interceder por su libertad; darle asistencia espiritual en la cárcel, inclusive para advertir con caridad que la Iglesia se opone a las huelgas de hambre, así como presentar los motivos para esa oposición; exigir una asistencia médica adecuada; y dejar claro a los carceleros que ya no podían actuar impunemente; pero hasta hoy, que me conste, permanecieron en un inexplicable silencio.

 

¿Será que no conocen o son indiferentes al oprobio e injusticia de que son víctimas los presos políticos en Cuba? ¿Será que no saben o son indiferentes a la violación institucionalizada de todos y de cada uno de los Mandamientos de la Ley de Dios allí imperante? ¿No oyen estos gritos de desesperación y de angustia que brotan de las cárceles cubanas? ¿Nada les dice todo lo anterior, no les sugiere otra actitud fuera de este pesado silencio?

 

A través de conocidos motores de búsqueda de Internet, intenté localizar, de parte de alguna autoridad eclesiástica vaticana o cubana, siquiera una declaración de consuelo cristiano para la familia del preso político; o la eventual narración de tratativas ante los carceleros; o una oración pidiendo misericordia divina para Wilman, así como una palabra de aliento para el esclavizado pueblo cubano. Pero nada encontré hasta este momento. También infructuosamente, intenté hallar al menos una referencia noticiosa a la muerte Wilman en el Osservatore Romano, en la Radio Vaticano, en las dos mayores agencias católicas, Zenit y ACI, en el sitio web de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, y en los sitios web Espacio Laical y Palabra Nueva, de la Arquidiócesis de La Habana.

 

Cuánto desearía ser desmentido por los hechos.

 

Ese silencio de Pastores llamados a dar la vida por sus ovejas, produce tanto o más sufrimiento el propio asesinato de un joven miembro del rebaño.

 

Silencio más pesado por el hecho de que ha sido clamorosa la insistencia pública de S.S. Benedicto XVI y de la Santa Sede alegando la defensa de los derechos de la persona humana.

 

Silencio enigmático y desconcertante de la diplomacia vaticana cuya raíz histórica parece estar, según destacados analistas, en el propio silencio del Concilio Vaticano II con relación al comunismo, lo cual hizo que los Lobos se sintieran en total libertad para diezmar al Rebaño, en Cuba, en los países del Este europeo, en Rusia, China, Vietnam, etc.

 

El régimen castrista, al parecer tan seguro de su impunidad, ni siquiera se tomó el trabajo de fusilar a Wilman, a Laura y a Orlando. Los dejó morir de una manera como no se deja morir siquiera a alimañas salvajes.

 

El desamparo en que han quedado su joven viuda y sus dos niñas enfermas, una de ellas epiléptica y la otra con serios problemas respiratorios, constituye una de las imágenes más dilacerantes del actual drama del pueblo cubano. Según versión recibida de Cuba por mi compañero de presidio y hoy brillante periodista, Carlos Alberto Montaner, las dos niñas no entienden lo que ha pasado con su querido papi.

Como tienen influencia cristiana, la madre les ha explicado que se ha ido al Cielo. "¿Y dónde está el Cielo, mami?", preguntaron. "Muy lejos de Cuba. Muy lejos", les respondió la joven viuda.

 

Es a los artífices, propulsores y mantenedores del Infierno cubano, tan, pero tan lejos del Cielo, a quienes favorece en primer lugar el silencio vaticano.

 

Sobre el viaje papal a la isla-cárcel, el 1o. de enero de 2011 di a conocer el artículo "El viaje de Benedicto XVI a Cuba: esperanzas y preocupaciones", publicado por el Diario Las Américas, de Miami el 3 de enero de 2011, y difundido por centenas de blogs, sitios web y redes sociales de cubanos desterrados y defensores de la libertad en el mundo entero.

 

Armando Valladares, escritor, pintor y poeta. Pasó 22 años en las cárceles políticas de Cuba. Es autor del best-seller "Contra toda esperanza", donde narra el horror de las prisiones castristas. Fue embajador de los Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU bajo las administraciones Reagan y Bush. Recibió la Medalla Presidencial del Ciudadano y el Superior Award del Departamento de Estado. Ha escrito numerosos artículos sobre la colaboración eclesiástica con el comunismo cubano y sobre la “ostpolitik” vaticana hacia Cuba.


miércoles, 11 de enero de 2012

El viaje de Benedicto XVI a Cuba: esperanzas y preocupaciones

Armando Valladares

 

3 de enero de 2012

 

El próximo 26 de marzo S.S. Benedicto XVI llegará a la isla-cárcel de Cuba para una visita de tres días. El dictador Raúl Castro prometió que el Pontífice será recibido con “afecto” y “respeto”; y se apresuró a anunciar el indulto de 2.900 presos, de los cuales solamente 7 son presos políticos. Por su parte, el portavoz de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, declaró que Benedicto XVI “desea mucho” conocer Cuba y que ese viaje será “ciertamente” uno de los principales acontecimientos de 2012.

 

Es explicable que el anuncio de la visita papal a un país subyugado por un régimen comunista, especialmente cruel y represivo, que acaba de cumplir 53 interminables años, despierte sentimientos de esperanza en el sentido de que contribuya a obtener la libertad de 11 millones de cubanos.

 

No obstante, similares expectativas se abrieron en 1998 por ocasión del viaje a Cuba de S.S. Juan Pablo II; pero el régimen supo capitalizar publicitariamente la visita, lo cual contribuyó para que los jerarcas comunistas continuasen en el poder. Esa constatación provocó en no pocos defensores de la libertad, contrarios al socialismo, una desilusión y un sentimiento de frustración que se prolongan hasta hoy.

 

En estos momentos, la natural preocupación de muchos cubanos, de la isla y del destierro, es que una situación similar pueda repetirse con este segundo viaje de un Pontífice a Cuba. El propio secretario de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), monseñor José Félix Pérez Riera, reconoció que el viaje de Benedicto XVI podrá traer para el desdichado pueblo cubano un “respiro de libertad”, pero se apresuró a descartar consecuencias políticas de la visita papal. Los Pastores cubanos se han encargado de mantener, durante las últimas décadas, una lamentable y persistente política de colaboración con los Lobos que oprimen al rebaño.

 

Esa natural preocupación de numerosos cubanos se ve confirmada por el hecho de que, ante la perspectiva del viaje papal, el régimen esté anunciando cambios “cosméticos” que impresionan a ciertos ingenuos o desconocedores de la realidad cubana, pero que en el fondo no modifican la naturaleza criminal del régimen.

 

Hasta hace pocos días existía, por ejemplo, la expectativa de que el gobierno comunista levantara o atenuase la severa prohibición de entrar y salir libremente de la isla, lo cual configura uno de los motivos por los cuales Cuba continúa siendo una isla-cárcel. Pero el propio Raúl Castro acaba de aplazar esa perspectiva de flexibilización, reconociendo en la más reciente sesión de la Asamblea Nacional que no puede ceder en ese punto medular porque con él está indisociablemente  en juego “el destino de la Revolución”.

 

En materia de libertad religiosa, el régimen alardea, y los Pastores aplauden, que la Constitución cubana “reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa” (artículo 55). Pero poco o nada se habla sobre la existencia del artículo 62 de la propia Constitución que se encarga de retirar aquello que en apariencia se acaba de conceder. En efecto, el referido artículo advierte que "ninguna de las libertades" constitucionales puede ejercerse "ni contra la existencia y fines del Estado socialista, ni contra la decisión del pueblo (sic) cubano de construir el socialismo y el comunismo". Y se añade, en una amenaza explícita, constantemente llevada a la práctica, que “la infracción de este principio es punible”. El régimen está dispuesto a tolerar solamente un tipo de religiosidad que tenga efectos anestésicos sobre las conciencias, una religiosidad que no deje al descubierto que el comunismo es una doctrina diametralmente contraria a los Mandamientos de la Ley de Dios.

 

Esa preocupación de cubanos de dentro y fuera de la isla con las perspectivas del viaje papal se ve reafirmada delante de las palabras con las cuales Benedicto XVI recibió las cartas credenciales del actual embajador cubano ante la Santa Sede. El Pontífice llegó a elogiar el “internacionalismo” cubano, que en realidad fue el instrumento responsable por tanta sangre y lágrimas derramadas en América Latina y África. En la ocasión, el Pontífice destacó como ejemplos de los pretendidos beneficios del internacionalismo cubano la "alfabetización" y la "salud". No obstante, tal como la propia Constitución cubana lo reconoce, y los hechos lo comprueban, esos tan publicitados logros no son sino dos tenazas satánicas de control psicológico, mental y social de niños, jóvenes y adultos en Cuba y en otros países donde han sido aplicadas.

 

Por fin, esa preocupación se intensifica si se considera el pro-castrismo demostrado por el Cardenal Tarcisio Bertone, actual Secretario de Estado de la Santa Sede, durante tres viajes a la isla-cárcel, el primero de ellos en cuanto Arzobispo de Génova, y los dos más recientes en su condición de Secretario de Estado. Ya en su primer viaje a la isla-cárcel, el Cardenal Bertone, después de una larga entrevista con Fidel Castro, tejió loas a la “notable lucidez” del tirano, expresó su convicción de que en él habría “crecido el respeto por la religión” y el “aprecio por la Iglesia”, y remató, contrariando todas las evidencias, que en la isla-cárcel “la apertura ya es total”.

 

Quiera la Providencia evitar cualquier instrumentación de la visita por parte de los actuales jerarcas del comunismo cubano. A propósito del próximo viaje de Benedicto XVI a Cuba, son estas las primeras reflexiones, sinceras y respetuosas que ofrezco a los lectores.

 

En cuanto fiel católico cubano, creo que tengo no solamente el derecho, sino la obligación de conciencia de dar a conocer estas consideraciones. Ya lo he dicho, y lo reitero en esta nueva coyuntura de la vida de la Iglesia y de Cuba, que se aproxima. Tengo un compromiso con aquellos jóvenes mártires católicos que murieron en el “paredón” de la siniestra prisión de La Cabaña gritando “¡Viva Cristo Rey! ¡Abajo el comunismo!”, verdaderas proclamas de fe, de heroísmo y de martirio que aún resuenan en mis oídos, y en los oídos de tantos ex presos políticos sobrevivientes de La Cabaña, como si fuera hoy. Tengo, sí, un compromiso de honra con mis amigos asesinados en la prisiones castristas; con la lucha por la libertad de mi Patria; con la Historia; y, por encima de todo, con Dios y con la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.

         

Referencias:

Cuba: el preso político y el Pastor-carcelero (2011)

http://www.cubdest.org/1106/c1102card.html

Beatificación de Juan Pablo II y Cuba: dilema de conciencia para los católicos cubanos (2011)

http://www.cubdest.org/1106/c1104jpii.html

Benedicto XVI: ¿"beatificación" del internacionalismo castrista? (2010)

http://www.cubdest.org/1006/c1001benedicav.html

Diplomacia vaticana y episcopado cubano: ¿"mediación" o "salvamento"? (2010)

http://www.cubdest.org/1006/c1006mambertiav.html

Embajador cubano ante la Santa Sede: mentira, fraude y sangre de mártires (2010)

http://www.cubdest.org/1006/c1002embcubav.html

Benedicto XVI y el viaje a Cuba del cardenal Bertone (2008)

http://www.cubdest.org/0806/c0803av.htm

Cuba: el Lobo y los Pastores celebran encuentro "constructivo y amistoso" (2005)

http://www.cubdest.org/0512/c0511val.html

Cardenal Bertone-Cuba: el Pastor ‘bendice’ al Lobo (2005)

http://www.cubdest.org/0512/c0510bertoneav.html


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